La emocionante travesía del corredor Mathieu Blanchard: Desde las gélidas condiciones de Quebec hasta las alturas del Kilimanjaro, preparándose para la Maratón de París y la Western States Endurance Run

Mathieu Blanchard, destacado corredor de trail, embarca en un viaje lleno de desafíos y aprendizaje mientras se prepara para la famosa carrera Western States en los Estados Unidos. Para él, el trail running y el running de carretera no son lo mismo, requieren diferentes técnicas y mentalidades. Además, sostiene que el ultra-trail no trata de ir lo más rápido posible, sino de mantenerse.

En medio del invierno en Quebec, Blanchard comienza a prepararse para su próxima carrera, pero este año es especial, solo tiene tres meses, 12 semanas, para prepararse para un maratón. Pero, eso no le intimida. Además de su entrenamiento, se somete a un nuevo desafío, aprender qué es correr en carretera, ya que para él, es como descubrir un nuevo deporte.

Mientras tanto, Blanchard se propone usar el Kilimanjaro como ilustración de lo que significa la altitud. Su idea era descender lentamente en el cuarto día y volver a subir por Lemosho, todo en un día, es decir, 24 horas. Sin embargo, se enfrenta a la realidad de que la altitud puede ser peligrosa y perjudicial para la salud, y que no solo es cuestión de optimizar el potencial fisiológico que se puede encontrar en la altitud.

Blanchard se propone aclimatarse de una forma poco convencional. En lugar de usar una máscara de altitud y esperar, decide aclimatarse en un entorno realmente magnífico, el Kilimanjaro. Aunque sufre una lesión en el pie, decide emprender la aventura con "Terres d'Aventure". Así, Blanchard comienza su ascenso desde un punto de partida a 2.300 metros.

En su camino, encuentra que la montaña no se rige por su nivel de condición física, sino que la montaña misma decidirá si su cuerpo se aclimata o no. Finalmente, Blanchard llega a la cima del Kilimanjaro, y este logro le brinda una gran dosis de motivación para la recta final.

Después de su experiencia en el Kilimanjaro, Blanchard viaja a Kenia, a las tierras altas de Iten, para comprender cómo se entrenan los kenianos a altitudes superiores a 2.000 metros. Blanchard encuentra que la filosofía de entrenamiento en Kenia es algo militar, una mezcla de pasión y abnegación. También descubre que, a pesar de su reciente ascenso al Kilimanjaro, los primeros trotes en Kenia no son fáciles.

Blanchard termina su viaje en París, donde correrá el maratón. Llega una semana antes y, a pesar de todo el esfuerzo y los desafíos a los que se ha enfrentado en los últimos tres meses, no siente más presión. Su viaje ha sido un viaje de autoconocimiento, aprendizaje y superación de obstáculos, y ahora está listo para enfrentar el desafío final.