Sara Alonso conquista la Zegama-Aizkorri 2025: crónica, estrategia, rivales y emoción en la mítica maratón de montaña del País Vasco

La reciente victoria de Sara Alonso en la prestigiosa maratón de montaña Zegama-Aizkorri 2025 ha causado un gran revuelo en el mundo del trail running. La atleta donostiarra, nacida en San Sebastián en 1999 y miembro del equipo Asics, conquistó por primera vez la codiciada txapela y el hacha, símbolos del triunfo en esta dura prueba. En este artículo, se analiza en detalle cómo vivió Sara Alonso la carrera, sus estrategias, emociones, rivales y logros, así como los factores que influenciaron esta inolvidable victoria en Zegama, localidad del País Vasco reconocida mundialmente por su exigente maratón.

El sueño cumplido: Sara Alonso gana la Zegama-Aizkorri 2025

La Zegama-Aizkorri es una de las maratones de montaña más emblemáticas del calendario internacional y forma parte del circuito Golden Trail Series. Sara Alonso, tras varios intentos y una destacada trayectoria, consiguió por fin vencer en esta prueba el pasado domingo. Después de la victoria, la corredora paseaba feliz por Sagüés, en el barrio de Gros, con los trofeos que la acreditan como ganadora.

La importancia de la victoria va más allá del podio. Con este triunfo, Sara Alonso se posiciona como líder del circuito Golden Trail Series, tras haber ganado también en Kobe, Japón, en el inicio de la temporada. Su emoción era evidente: “Ganar la Zegama-Aizkorri ha sido un sueño hecho realidad. Salí a ganar desde el principio y lo conseguí. No hay nada mejor”.

Estrategia y rivalidad: de la salida a Aratz

Salida fuerte y táctica definida

La estrategia de Sara Alonso estuvo clara desde el arranque: “Mi estrategia pasaba por apretar hasta Aratz porque sabía que mi rival más fuerte, Judith Wyder, es una gran corredora bajando y se maneja mejor en terrenos técnicos”. Alonso tenía en mente los tiempos de su participación en 2022, donde quedó tercera. En Otsaurte igualó su tiempo de ese año y en Atabarreta llegó treinta segundos antes. Incluso, subió a Aratz un minuto antes que hace tres años.

Aunque su objetivo era rebajar en tres minutos su mejor crono en ese punto, las piernas no respondieron como esperaba. Sin embargo, llegó primera a Aratz, sin referencias claras de sus perseguidoras: “Iba a ciegas. Lo único que sabía es que nadie me seguía de cerca”.

La presión de los tiempos y el público

Sancti Spiritu fue un punto clave. El padre de Sara le informó que llevaba tres minutos de ventaja respecto a Judith Wyder. Esa fue una de las pocas referencias que tuvo durante el recorrido. El ambiente era espectacular: “En ese tramo, el ruido era increíble. Pensé: ‘el fotógrafo que esté aquí todo el rato estará sordo’. Después llegó el silencio y esa parte es durísima hasta que llegas otra vez a Aizkorri, donde había un montón de público animando”.

Tramos decisivos y sufrimiento: del cresterío a Urbia

El cresterío: caídas y calor extremo

El tramo del cresterío este año se hizo eterno para Alonso, quien llegó a caer un par de veces. “Tenía la sensación de que iba a tener calambres. Una vez abajo, sabiendo que no me habían recortado distancia, pensé: ‘ya tienes la carrera’. La parte de Urbia se me da bien porque puedo correr. Lo peor fue el calor, sufrí mucho a partir de ahí”.

El clima cálido fue determinante y afectó los tiempos de todos los corredores. Sara mencionó que, aunque su tiempo fue treinta segundos más lento que en 2022 (4h26:40), la prioridad era ganar. “Aunque hubiera acabado en 4h40 no me hubiera importado”.

Últimos kilómetros: presión y hormigueo en los brazos

A falta de 12 kilómetros, el cansancio era máximo: “Los últimos kilómetros se me hicieron eternos. Solo quería acabar, llegar a meta y ganar porque todo el mundo me decía: ‘Ánimo Sara, aurten bai!’”. Durante la bajada, sintió un hormigueo en los brazos, evidencia del límite físico al que llegó. En Andraitz, le informaron que llevaba 5:50 de ventaja sobre Judith Wyder, pero finalmente la diferencia en meta fue de 2:20.

Fue solo al llegar al pueblo y pisar el asfalto cuando Sara comenzó a creer en la victoria: “Hasta entonces no podía con la presión”.

El apoyo del público y el significado de la victoria

La importancia de la afición y el ambiente en Zegama

“El apoyo del público fue abrumador”, confesó Alonso. “Escuchaba mi nombre por todos lados y palabras de ánimo todo el rato. En Aratz me quedé flipada con la cantidad de gente”. La presión por mantener la primera posición fue constante, hasta el punto de pasar de largo los ánimos de los asistentes por pura concentración.

Ganar en Zegama tiene un valor especial para cualquier corredor, pero para Sara, además, supuso derrotar a una de sus mayores rivales: “Era la primera vez que ganaba a Judith Wyder en una carrera. Ella me sacaba 5-10 minutos cuando empecé en montaña”.

Un podio histórico para Gipuzkoa

En esta edición, dos guipuzcoanas subieron al podio: Sara Alonso, primera, y Malen Osa, tercera. Desde 2017, ninguna corredora de Gipuzkoa había ganado la Zegama-Aizkorri, lo que refuerza la magnitud del logro: “Que Malen haya sido tercera y yo primera es bueno para nosotras, para la Zegama-Aizkorri y para todos”.

Sara remarcó que en sus dos participaciones (2022 y 2025) ha logrado podio y victoria, mientras que en 2023 y 2024 no pudo competir por lesión y enfermedad.

Obstáculos superados y balance final

Lesiones, preparación y el peaje de la victoria

Sara Alonso no pudo competir en las ediciones 2023 y 2024 debido a una fractura por estrés en la cadera y una neumonía, respectivamente. Este año, llegó con menos kilómetros en las piernas por haber viajado a Japón semanas antes, lo cual limitó su preparación. A pesar de todo, logró el objetivo.

En 2022, Sara fue tercera con un tiempo de 4h26:40, solo por detrás de Nienke Brinkman (4h16:43) y Maude Mathys (4h26:03). Los tiempos de las ganadoras de 2023 (Daniela Oemus, 4h31:54) y 2024 (Sylvia Nordskar, 4h29:12) fueron más lentos que el de Alonso en su debut.

¿Qué le espera a Sara Alonso tras conquistar Zegama?

La victoria de Sara Alonso en la Zegama-Aizkorri 2025 marca un hito en su carrera deportiva y en la historia del trail running femenino español. Después de superar lesiones, rivales de talla mundial y la propia presión de liderar una de las pruebas más duras, la atleta donostiarra ya piensa en volver a competir en Zegama. ¿Será capaz de defender el título el próximo año y seguir haciendo historia en las montañas vascas?