Caos en la Merrell Skyrunner World Series 2024: Confusión y Penalizaciones en Sagalassos, Turquía
La última carrera regular de las Merrell Skyrunner World Series 2024, celebrada en Sagalassos, Turquía, ha dejado un sabor amargo entre los participantes y seguidores del evento. A pesar de ser un evento de Copa del Mundo, la carrera estuvo marcada por un caos organizativo sin precedentes, que generó confusión y dudas sobre la validez de sus resultados. La falta de señalización, problemas de cronometraje y penalizaciones injustas son solo algunos de los puntos que se destacan de esta polémica.
Caos organizativo en Sagalassos
Uno de los mayores problemas que enfrentaron los corredores fue la falta de señalización adecuada en el recorrido. Desde el inicio de la carrera, quedó claro que los participantes no contaban con indicaciones claras sobre el trayecto a seguir. La ausencia de un track oficial disponible en la web complicó aún más la situación, dejando a muchos corredores desorientados y perdidos en el terreno.
Falta de un sistema de cronometraje confiable
Además de la mala señalización, otro fallo significativo fue la gestión del cronometraje. A diferencia de otras competiciones de alto nivel, no se utilizó un sistema de chips ni se contrató a una empresa especializada para el cronometraje, lo que generó incertidumbre sobre la precisión de los tiempos registrados. Todo se hizo manualmente, poniendo en duda la validez de los resultados, especialmente en una prueba que otorgaba puntos cruciales para la clasificación de la Copa del Mundo.
Problemas con la ruta y las salidas
La confusión se intensificó cuando la policía local dirigió a los corredores por una ruta equivocada, provocando que muchos tomaran un camino incorrecto. Esta situación obligó a los organizadores a realizar una segunda salida a las 10:00 am para aquellos que regresaron al punto de inicio. Sin embargo, no todos los atletas volvieron, lo que creó una disparidad en los tiempos y generó desconcierto entre los participantes.
Declaración oficial de la organización
En respuesta a la controversia, los organizadores emitieron una declaración oficial para aclarar lo sucedido. Explicaron que los corredores siguieron una sección exclusiva para el recorrido de 17 km, señalizada con marcas amarillas y negras, lo que llevó a la confusión. Según la organización, existieron tres grupos de corredores con diferentes respuestas a la confusión: aquellos que se dieron cuenta del error y regresaron al inicio, los que regresaron tras contactar con los oficiales para una nueva salida, y aquellos que continuaron sin detenerse.
Penalizaciones y cambios en los resultados
Para corregir los errores, los organizadores aplicaron penalizaciones de tiempo. Estas incluyeron 15 minutos para quienes no se detuvieron en el primer punto de control, 30 minutos para quienes corrieron más allá del cruce en la subida, y hasta 60 minutos para aquellos que continuaron por la ruta equivocada. Las penalizaciones fueron necesarias para evitar la descalificación de los atletas, pero no todos estuvieron de acuerdo con las decisiones tomadas.
Reacciones de los participantes
Pere Rullan, seleccionador y técnico de la FEEC, expresó su descontento diciendo: «No es aceptable que una carrera de Skyrunning tenga errores tan garrafales en señalización. No es aceptable que un circuito mundial que reparte sumas económicas carezca de arbitraje y homologación». Este sentimiento fue compartido por muchos atletas que consideraron injusto el reparto de compensaciones económicas debido a la falta de un sistema fiable.
Ejemplos de penalizaciones cuestionables
La corredora Celia Balcells y Laia Montoya fueron penalizadas por desviarse de la ruta, a pesar de que las desviaciones fueron causadas por indicaciones erróneas de las autoridades locales y falta de marcaje claro. Estas acciones han dejado un sabor amargo entre los participantes y han puesto en tela de juicio la transparencia del evento.
Conclusiones y disculpas
En un intento por calmar las aguas, la dirección de la carrera pidió disculpas a todos los participantes por los inconvenientes causados. Reconocieron que la situación fue difícil de gestionar y que las penalizaciones, aunque necesarias, no produjeron los mejores resultados posibles. La organización (Skyman) se encuentra ahora bajo presión para aprender de estos errores y garantizar la transparencia y justicia en futuras competiciones.
¿Podrá la organización de las Merrell Skyrunner World Series recuperar la confianza de los atletas y seguidores tras este controversial evento en Sagalassos? La próxima temporada será crucial para demostrar que han aprendido de sus errores y que pueden llevar a cabo un evento justo y bien organizado.