En un frío sábado por la mañana en Bell Buckle, Tennessee, hasta una abrasadora tarde de miércoles, tuvo lugar uno de los eventos más desafiantes en el mundo del ultra running. Pero es un desafío describir lo que realmente ocurrió. Las palabras no pueden hacer justicia a la cantidad de dolor y triunfo vivido. Cuando se reúne suficiente talento en un lugar con un objetivo singular: empujar el horizonte de la resistencia física y mental a su límite absoluto, algo parecido a una tragedia griega, una épica homérica o la Boda Roja de Juego de Tronos es probable que ocurra. Y ocurrió.

Harvey Lewis: El dueño de Big’s Backyard

Harvey Lewis, dejó su marca en la historia de Big’s Backyard. A sus 47 años, y con múltiples participaciones en las que siempre obtuvo el primer o segundo lugar, logró la victoria después de 108 horas, estableciendo un nuevo récord mundial con 450 millas recorridas. Este logro será, sin duda, el punto culminante de su ya prolífica carrera.

A pesar de su increíble proeza, en este crisol de resistencia paradójico ideado por Lazarus Lake, Lewis fue el único corredor que no encontró su límite. Para aquellos que recorrieron miles de kilómetros con las palabras "campeón nacional" tatuadas en sus almas, eso no se pudo decir.

La lucha de Ivo Steyaert

En la vuelta 80, Ivo Steyaert, el héroe belga de backyard, se perdió el tercer silbato. La preocupación se podía leer en los rostros de su equipo mientras el reloj corría en su contra. Sin embargo, en una brecha entre los árboles, apareció. Con tan solo unos segundos para llegar al corral, encontró fuerzas para correr y cruzó la línea justo a tiempo, para el alivio de todos.

Sin embargo, la siguiente vuelta pareció una eternidad. Ivo fue llevado lentamente por dos corredores, Keith VanGraafeiland de EEUU y Niklas Sjoblom de Suecia, quienes lo ayudaron a salir de los bosques. El aplauso fue el más fuerte de la carrera y el agotamiento en su rostro se mezclaba con un sentimiento de euforia.

Otros desafíos

Pero Ivo Steyaert no fue el único que enfrentó grandes desafíos. Daiki Shibawaki, campeón japonés, fue encontrado en la pista dando vueltas lentamente en círculos. Al ver su estado, su equipo se quebró. Se necesitaron esfuerzos conjuntos para ayudar a Shibawaki, quien, a pesar de su estado, se mostró satisfecho y orgulloso de no haber abandonado.

Además de Shibawaki, hubo otros corredores que también tuvieron dificultades. Jivee Tolentino, corredor de Filipinas, y Amanda Nelson de Canadá, fueron dos de los corredores que colapsaron al finalizar la línea. A pesar de estos desafíos, demostraron una fortaleza impresionante.

Conclusión

El ultra running lleva al ser humano al límite, tanto física como mentalmente. Eventos como Big's Backyard son pruebas cruciales de resistencia. Pero, ¿qué significa todo esto? ¿Cómo interpretamos estos desafíos extremos y la resistencia humana que desafían? ¿Es este el límite del potencial humano o apenas estamos comenzando a descubrirlo? Tal vez estos interrogantes queden sin respuesta, pero una cosa es segura: el sacrificio, el dolor y el triunfo vividos en Big's Backyard demostraron que, más allá de la competencia, lo que prevalece es la humanidad. ¿Y tú, hasta dónde estarías dispuesto a llegar?